El primer paso que hay que dar tras sufrir un accidente es  firmar el parte amistoso de accidentes con los demás implicados en el mismo. Si alguno se niega no dude en requerir la presencia de la Policía o Guardia Civil para que levanten un atestado del suceso. A continuación, diríjase al hospital que le corresponda para que le examinen y le diagnostiquen posibles lesiones. Quizá tenga que someterse posteriormente a otros dictámenes médicos, como el del perito médico del Juzgado.

En este momento se debe concertar una cita con un abogado para exponerle su caso. El abogado se encargará de todo, como calcular la indemnización que le corresponda, negociar con la aseguradora y, en su caso, interponer la correspondiente demanda y asistirle en juicio.

Las reclamaciones por accidentes de circulación no siempre han de tramitarse a través de un procedimiento judicial. Esta posibilidad siempre está ahí, a nuestra disposición, pero lo más usual es plantear un acuerdo que satisfaga a nuestro cliente y que sea aceptado por la aseguradora. Otra manera de proceder es interponer una demanda o una denuncia cuando existan indicios de responsabilidad criminal en el otro conductor y se opte por esta vía de reclamación, y así forzar a la compañía de seguros a aceptar el acuerdo antes del inicio del juicio.

En caso de sufrir una cervicalgia causada por el accidente de tráfico, el baremo de tráfico asocia a la cervicalgia entre uno y ocho puntos en concepto de secuelas, que conlleva una indemnización por las mismas, más la cuantía de los días impeditivos para realizar sus tareas habituales y los no impeditivos hasta la curación de las lesiones. Esta es la lesión más frecuente en los accidentes de tráfico, y por eso mismo las que más problemas plantean en su reclamación a las aseguradoras en el caso de que el accidente se haya producido a escasa velocidad y los daños de los vehículos sean escasos, como una rayadura  o rozadura en los paragolpes.

El caso de un cliente fue el siguiente: éste sufrió cervicalgia y daños en el vehículo, tras hablar con el tramitador responsable de la aseguradora, éste no estaba dispuesto a llegar a una acuerdo, por lo que se planteó la cuestión al cliente y se procedió a interponer una demanda civil. Una vez planteada la demanda, recibimos una llamada de la compañía de seguros unos días antes de la fecha fijada para el juicio, reconociendo que estaban dispuestos a llegar a un acuerdo conforme a la petición formulada en la demanda. Por ello, desistimos de la demanda y nuestro cliente percibió de la aseguradora la indemnización reclamada.